Textos para jóvenes entre 13 y 20 años.

 

En alguna parte, G. Deleuze, un filósofo francés de pura vitalidad, escribió que uno de sus libros fue escrito enfocado para la lectura de jóvenes alrededor de 15 años. Los dos textos que subo aquí en este momento son dedicados también a jóvenes  entre 13 y 20 años. Me encantaría que fueran esos jóvenes, uno, o muchos que lo leyeran, enteros o en partes, que les serviera para reflexionar y, principalmente cambiar y actuar dentro de su realidad.
Esos jóvenes, en su mayoría no saben el potencial que tienen en sus manos para cambiar y inventar nuevas formas de vida y de lucha. En Brasil, como pueden observar en el texto Brasil 2016-2017 La Crisis Politica y Golpe de Estado (traducido de: https://crimethinc.com/2018/03/12/brazil-2016-17-the-political-crisis-and-coup-detat-an-anarchist-analysis#fnref:2, y original en portugués en: https://faccaoficticia.noblogs.org/post/2017/10/10/crise-politica-e-golpe-de-estado-em-uma-perspectiva-anarquista-pt-01-de-06/), fueran jóvenes entre 13 y 17 años que ocuparan sus escuelas y se auto-organizaran impidiendo que cualquier organización o partido de derechas o izquierdas cooptasen sus fuerzas.
El pequeño libro 1992-Afirmación-y-resistencia-2ª-ed-1993 (gracias a la compañera Nuri por la indicación) es bastante didáctico al explicar como el “Estado Democrático” reprime, violenta, traumatiza, explicando muy sencillamente cada uno de esos términos y proponiendo ejercicios interesantes para hacer y montar grupos, principalmente autónomos.
Sin olvidar que sí, leer puede ser aburrido y que es una tarea difícil que demanda tiempo principalmente en medio a tanta tecnología, pero que con un poquito de ejercicio y de gusto, degustando, leyendo partes, algunas hojas, volviendo a otras….poco a poco… se hace de la lectura una práctica activa que ayuda en la acción directa y en formas antipolíticas de actuación.
Que los jóvenes, o el joven que lea eso, pase a su amigo, y así por delante, y tengamos en mente las siguientes palabras del tío Deleuze:

“Sin muchas cerezas en la bacía, quiero vivir al lado de gente humana, muy humana; que sabe reír de sus tropiezos, no se encanta con triunfos, no se considera electa antes de la hora, no huye de su mortalidad, quiero caminar cerca de cosas y personas de verdad. El esencial hace la vida valer la pena. ¡Y para mi, basta el esencial!”

(G. Deleuze)

¡Que la vida cause incómodo, que nos lancemos al riesgo!

¡salud, pasión y anarquía!

Experiencia con luchas por vivienda en Sevilla, benfactorxs y amistad

Si la vida es movimiento, asi como todo que la rodea, nosotrxs estamos en constante deconstrucción.

Cambiar, transformar e inventar son acciones que en gran parte de los casos pasan por algunas fases: rechazo a lo que se presenta en el presente, aislamiento delante del entorno y reconstrucción refletida para adaptarse al nuevo medio.

Es en esa adapctación que se pasan algunas cosas importantes con relación a la constitución de un nuevo individuo o grupo. Y es ahí el punto crucial para saber diferenciar entre el/la benfactorx y el/la amigx.

En ese ejercício constante hay un momento que se hace extremadamente importante la existencia de lxs benfactorxs. Son las personas  con las cuales podemos confundir con amigxs, a partir del momento en que te dan todo lo que necesitas  para reconstruirse. Pero, diferente del amigx, con el/la benfactorx es común haber un sentimiento de odio, rechazo y hasta mismo se llegar a actitudes de violencia, caso esx se niegue a ayudar, sea por lo que sea.

“Pero si examinamos con atención nuestros sentimientos, advertimos que nuestra actitud amistosa respecto de ellas [las personas benfactoras] depende sólo de lo que hacen, de su benevolencia del hecho que nos SIRVEN, nos son ÚTILES” (F. Alberoni).

Si ya sentimos que esta servitud y utilidad no nos viene bien, se toman actitudes agresivas y rechazos o manipulaciones frente a esas “buenas personas”. No soy una benfactora. Busco, mismo que eso sea una contradiccion, relaciones de amistad.

Las amistades sólo son posibles en los encuentros. La amistad no es algo ya dado, pero es una construcción ética. Si  los amigos son grupos o parcerías de iguales, lxs benfactorxs son relaciones basadas en su utilización como RECURSOS de los cuales se pueden aprovechar, “a quien tratamos bien porque necesitamos de ellos, pero a quien no dudaríamos en arrancarles las cosas de las manos, si nos las negaran” (F. Alberoni).

Acerca de los últimos ocurridos, más o menos recientes, con relación a específicas luchas por vivienda de específicos colectivos de personas sin hogar, lo que veo  es que muchxs  de nosotrxs somos vistxs exactamente de esa manera. A los partidos reformistas, eso les viene muy bien. Pero eso es inadimisible dentro de un ambiente de lucha anarquista.

No somos benfactorxs, buscamos construir relaciones de amistad, relaciones horizonales, entre iguales, con sus distintas individualidades.

No busco ser Madre, ni espero gratitud, ni perdones y ni agradecimientos, como se lo que se hace junto necesita de una gratitud sin fin, tal cuál la realidad del esclavx con el “buen señor”.

Busco reciprocidad, sin sentimientos de deudas, sin que reciprocidad signifique una obligación trascedental de cambio entre personas y grupos.

Lxs amigxs no son pasivxs, no son fuentes de recursos, no construyen relaciones de hierarquía y no basan su amistad en normas y represión.

En las amistades anarquistas no hay espacio para disimulación, agresión, manipulación, benevolencia, autoritarismo o tititereo. Es un tipo de amistad que no cabe dentro de algunos sítios específicos de la lucha por la vivienda de los sin hogar en Sevilla.

Mi lucha no es esa lucha, pero que sigan buscando sus benfactorxs.

¡Y salud a la amistades y a los nuevos encuentros!

Como ya decían los Doces Bárbaros, inquietos amigos músicos brasileños: ¡Es necesario estar atento y fuerte!

 

 

¡salud, pasión y anarquía!