Experiencia con luchas por vivienda en Sevilla, benfactorxs y amistad

Si la vida es movimiento, asi como todo que la rodea, nosotrxs estamos en constante deconstrucción.

Cambiar, transformar e inventar son acciones que en gran parte de los casos pasan por algunas fases: rechazo a lo que se presenta en el presente, aislamiento delante del entorno y reconstrucción refletida para adaptarse al nuevo medio.

Es en esa adapctación que se pasan algunas cosas importantes con relación a la constitución de un nuevo individuo o grupo. Y es ahí el punto crucial para saber diferenciar entre el/la benfactorx y el/la amigx.

En ese ejercício constante hay un momento que se hace extremadamente importante la existencia de lxs benfactorxs. Son las personas  con las cuales podemos confundir con amigxs, a partir del momento en que te dan todo lo que necesitas  para reconstruirse. Pero, diferente del amigx, con el/la benfactorx es común haber un sentimiento de odio, rechazo y hasta mismo se llegar a actitudes de violencia, caso esx se niegue a ayudar, sea por lo que sea.

“Pero si examinamos con atención nuestros sentimientos, advertimos que nuestra actitud amistosa respecto de ellas [las personas benfactoras] depende sólo de lo que hacen, de su benevolencia del hecho que nos SIRVEN, nos son ÚTILES” (F. Alberoni).

Si ya sentimos que esta servitud y utilidad no nos viene bien, se toman actitudes agresivas y rechazos o manipulaciones frente a esas “buenas personas”. No soy una benfactora. Busco, mismo que eso sea una contradiccion, relaciones de amistad.

Las amistades sólo son posibles en los encuentros. La amistad no es algo ya dado, pero es una construcción ética. Si  los amigos son grupos o parcerías de iguales, lxs benfactorxs son relaciones basadas en su utilización como RECURSOS de los cuales se pueden aprovechar, “a quien tratamos bien porque necesitamos de ellos, pero a quien no dudaríamos en arrancarles las cosas de las manos, si nos las negaran” (F. Alberoni).

Acerca de los últimos ocurridos, más o menos recientes, con relación a específicas luchas por vivienda de específicos colectivos de personas sin hogar, lo que veo  es que muchxs  de nosotrxs somos vistxs exactamente de esa manera. A los partidos reformistas, eso les viene muy bien. Pero eso es inadimisible dentro de un ambiente de lucha anarquista.

No somos benfactorxs, buscamos construir relaciones de amistad, relaciones horizonales, entre iguales, con sus distintas individualidades.

No busco ser Madre, ni espero gratitud, ni perdones y ni agradecimientos, como se lo que se hace junto necesita de una gratitud sin fin, tal cuál la realidad del esclavx con el “buen señor”.

Busco reciprocidad, sin sentimientos de deudas, sin que reciprocidad signifique una obligación trascedental de cambio entre personas y grupos.

Lxs amigxs no son pasivxs, no son fuentes de recursos, no construyen relaciones de hierarquía y no basan su amistad en normas y represión.

En las amistades anarquistas no hay espacio para disimulación, agresión, manipulación, benevolencia, autoritarismo o tititereo. Es un tipo de amistad que no cabe dentro de algunos sítios específicos de la lucha por la vivienda de los sin hogar en Sevilla.

Mi lucha no es esa lucha, pero que sigan buscando sus benfactorxs.

¡Y salud a la amistades y a los nuevos encuentros!

Como ya decían los Doces Bárbaros, inquietos amigos músicos brasileños: ¡Es necesario estar atento y fuerte!

 

 

¡salud, pasión y anarquía!